El diari de Tarragona, s’ha fet reso d’algunes de les moltes reivindicacions i desmitificacions del funcionaris municipals, que va expressar en una entrevista al diari, el president del sindicat ASEMIT.
“Demanda de mecanismes per premiar l’esforç” “Valoració dels llocs de treball que remunera millor les condicions de treball i esforç” “Pèrdua important del poder adquisitiu anual dels funcionaris” “salaris dignes i no engreixats” “mecanismes de control i conseqüències pel mal funcionament dels serveis públics”
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La crisis reabre la polémica sobre el estatus de los funcionarios.
Algunos convenios de la administración incluyen incentivos económicos por asistir al trabajo
JOSEP CRUSET Y NORIÁN MUÑOZ | Tarragona | 10/09/2011 22:56
Las palabras del presidente de la CEOE, Juan Rosell, el martes pasado sirvieron de altavoz a una discusión recurrente: ¿Tienen demasiados privilegios los funcionarios? El presidente de la patronal les pidió a los empleados públicos «sacrificios como tributo a los que no tienen un contrato para toda la vida» y en compensación por las «ventajas y beneficios» de que disfrutan. En julio ya había dicho que hay que acabar con los funcionarios «prepotentes e incumplidores».
Justamente con la intención de acercarnos a esas «ventajas y beneficios», revisamos los convenios colectivos de dos administraciones próximas: los Ayuntamientos de Tarragona y Reus (cuadro en la página 4) y los comparamos con el estatuto de los trabajadores.
Más vacaciones y descansos
Las diferencias comienzan con la duración de la jornada laboral. De 35 horas semanales en el caso de Reus y de 37 y media en el de Tarragona. En ambas se contempla una pausa de media hora que computa como tiempo de trabajo. Se trata de un descanso al que también tienen derecho el resto de trabajadores, pero sin que cuente como trabajo, a menos que el convenio laboral diga lo contrario.
El cómputo de vacaciones y días libres también está lleno de detalles. Al mes de vacaciones se vienen a sumar nueve días de asuntos propios que se suelen distribuir entre Semana Santa y Navidad. Además, en Tarragona, por ejemplo, a partir de los 15 años de antigüedad, se va aumentando un día de vacaciones por cada cinco años de trabajo. Cuando se cumplen 20 y 30 años de servicio, se disfruta de una semana adicional de vacaciones.
Las medidas para la conciliación de la vida laboral y familiar también son claramente más avanzadas en la administración. Si bien el común de los trabajadores tiene derecho a una reducción de jornada para cuidar de los hijos (con reducción proporcional de salario y no pocos conflictos en las empresas), en el caso de los empleados públicos tienen derecho, durante un año, a una reducción de hasta un tercio de la jornada laboral cobrando el sueldo íntegro tras el nacimiento o adopción de un hijo.
Pero tal vez uno de los aspectos que más llaman la atención son los complementos al salario. En el caso de Reus cobran un «plus de asistencia» de 135 euros y otro de productividad que es general para «todo» el personal.
Trabajar con ‘cero’ recursos
Magda es administrativa y atiende al público en una dependencia del Ayuntamiento de Tarragona, es jefa de grupo. Es funcionaria desde los ochenta, cuando aprobó las oposiciones, aunque no se regodea en el tiempo que dedicó a preparar los 40 temas, de las pruebas: de derecho constitucional a asuntos fiscales.
Lejos de los estereotipos, sale con una sonrisa a preguntar si todas las personas que esperan están atendidas. Dice que le gusta su trabajo porque trata temas que pasan en su ciudad, a sus vecinos. Acaba de volver de vacaciones, nadie la sustituyó y toca ponerse al día.
Dice que los usuarios no tienen idea de sus condiciones de trabajo: «Te sueltan a los leones, trabajamos con cero recursos humanos o técnicos». Las posibilidades de ascenso, en su caso, son escasas, sólo tuvo una gracias a una oposición interna para la cual se preparó durante dos años. No se engaña, cree que los procedimientos para castigar a los que no cumplen «existen pero no se aplican por exceso de paternalismo».
Josep Ramón Borras, presidente del sindicato Asemit del Ayuntamiento de Tarragona, dice que ya hay mecanismos para premiar el esfuerzo, pero aún queda trabajo por hacer. Justamente, ahora están en plena negociación de los complementos específicos de cada trabajador, algo que servirá para remunerar de una forma más acorde con sus condiciones de trabajo y esfuerzo: «Con esta evaluación se verá el que hace de más, pero también el que hace de menos». Después de hacer un repaso sobre cómo se ha ido devaluando su salario desde el 2000, desmiente que la mayoría de los funcionarios municipales tengan grandes sueldos y los equipara a los de la empresa privada. Algunos no llegan a mileuristas.
Finalmente dice que los usuarios de los servicios públicos tienen derecho a quejarse cuando las cosas no van bien e invita a hacerlo porque «el uso de ese derecho tiene consecuencias».
Els motius de la polèmica, en l'entrevisata al president de la patronal CEOE, Joan Rosell al diari ABC.
http://www.abc.es/20110904/economia/abci-joan-rosell-entrevista-201109041527.html